ESTO NO ES UNA TELENOVELA DE VERDAD... LAS PERSONAS MENCIONADAS NO TIENEN NADA QUE VER CON ESTE PROYECTO, SOLO INSPIRAN LA WEBNOVELA Webnovela para Pablo Martínez de Casi Angeles. Fue todo un descubrimiento y una revolución. Por él veo la serie que me encanta pero él es especial. Me enganchó, me enamoró
miércoles, 5 de mayo de 2010
Capitulo 41 (y último)
(el guapo que quiere con Emilio)
Simón mira a Emilio con intensidad y éste siente escalofríos por todo el cuerpo. Lo ama, desea abrazarlo, decir que él estará siempre a su lado, que curará todas sus heridas. Simón está sorprendido por lo que está viendo. Aún le duele estar vivo, la ausencia de Thiago como para tener algo con Emilio.
--porqué hiciste esto...?
--te gusta? --Emilio ilusionado.
--cambiaste por mi?
No le gustaría que así fuera porque le sabe mal no corresponderlo pero en ese momento no está interesado en tener nada con nadie. Emilio le sonríe tímido. Trata de guiñarle el ojo pero eso no lo ha logrado aprender y le sale mal. Simón disimula una sonrisa. Está triste y no tiene ganas de sonreír pero le ha hecho gracia el intento fallido de coquetearle.
--quería estar más guapo para ti...
--sabes que a mi nunca me importó tu físico... Sé que me porté mal contigo...
Emilio no lo deja acabar.
--No, no importa ahora...
Simón es el que lo interrumpe entonces:
--ahora ya no lo hay. No hay un ahora. Me alegro que hayas cambiado, eso te hará abrirte al mundo... encontrar a quien querer...
Emilio está muy triste. Simón se aleja de él.
--no me vuelvas a buscar, haz tu vida, yo haré la mía...
Emilio tenia tantas ilusiones en ese encuentro pero nada ha sido como él esperaba. Tacho sale del agua corriendo. Le hace un gesto a Emilio de que no se desanime. Al pasar por su lado le agarra de la mano:
--ten paciencia, si lo amas lucha por él. Aunque ni el mismo Simon lo sepa él te necesita...
Tacho corre hacia Simón . Emilio se queda sólo. Un guapo se le acerca y le guiña el ojo coqueto. Le pide fuego pero Emilio se aleja de él asustado. LO que menos le importa es si Simón vuelve o no con él pero no soporta esa mirada vacía de Simón , sin ilusión. De hecho sin vida. Tacho corre hacia Simón .
--oye ¿qué pasó? ¿porqué te has ido?
--Ha sido idea tuya lo de Emilio ¿no? --le reprocha molesto.
Aunque en el pasado lo quiso, el amor de Thiago borró esos sentimientos y ahora tiene demasiado dolor dentro como para pensar en el amor. Le duele que Tacho juego con las ilusiones de Emilio.
--Si --sonríe Tacho orgulloso de su logro-- ¡como está ahora...¡ me gusta hasta a mi... yo que lo he visto en bolas te digo que es impresionante lo que ha cambiado...
Simón entra en el auto de su padre. Es Tacho quien maneja.
--¿¿crees que me voy a acostar con él sólo porque está bueno? --le reclama Simón molesto.
Tacho le sonríe con cara de depravado:
--deberías sino lo haré yo...
--hazlo tú, a mi me importa el alma de la gente... el momento de Emilio y mío ya pasó... No te metas en mi vida.
--él es virgen y sueña con que tú seas el primero.. Te aseguro que lo intenté.
Tacho espera que tal vez por ganas de ser el primero se anime pero no. Simón sigue más bien indiferente.
--ahora no le costará encontrar un chico
--no se acercará a otro, te quiere a ti. Su alma no ha cambiado, está haciendo un esfuerzo por ti...
--no puedo corresponderle... así que no insistas con él, no juegues con sus sentimientos...
Simón mira al frente. No habla. Está molesto. Le duele que Tacho le esté buscando sustituto a su Thiago.
--ningún otro ocupará tu lugar, mi príncipe --dice Simón para si.
A Tacho le duele ver a su primo tan triste. Ha fallado el primer intento, Tacho confía en que el amor de Emilio sea lo suficientemente fuerte para insistir. Su primo se está apagando día y día y necesita volver a creer en el amor.
Semanas después, Simón se presenta solo en la tumba de Thiago con un ramo de 12 rosas.
--una por cada mes desde que nos conocimos...
Ha querido ir solo. Es un día solo para ellos. Es un día que lo llena de nostalgia y de buenos recuerdos aunque hasta los buenos recuerdos lo atormentan. Fue algo mágico, algo intenso. Recuerda la fuerza de aquella primera mirada. Ninguno de los dos hubiera imaginado que un año después se encuentran ahí. Thiago muerto y Simón llorando sobre su tumba.
A Simón sus padres lo han matriculado en una escuela a distancia para que pueda acabar los estudios en su casa. Simón ha dicho que bueno pero no se ve capaz de continuar con su vida. Va a terapia varios días por semana. De vez en cuando se encuentra a Emilio que lo invita a tomar algo, al cine y la respuesta siempre es la misma: “no y no me vuelvas a buscar” pero Emilio, animado por Tacho no se da por vencido.
Simón se lo encuentra a Emilio una vez más cuando sale de terapia.
--¿qué quieres? No me busques más... por favor...
--Te traje un regalo...
--No es mi cumpleaños... --frio.
--Almenos miralo...
Tacho le ha asegurado que le haría mucho ilusión y Emilio así lo espera. Son dos entradas para el Concierto de los Teen Angels. Son tantos los recuerdos de Simón. Su convivencia, la única navidad que pasaron juntos, que no pudieron ir a ese concierto. Le tira las entradas a Emilio a la cara:
--¿¡quien te dijo que Thiago me regaló entradas...?¡
--bueno, Tacho me comentó que... --timido.
Simón se muestra muy molesto. No le deja seguir.
--¡A Thiago no le llegas ni a la suela de los zapatos... por mucho que cambies nunca te parecerás a él¡
A Emilio le duele mucho la dureza con la que le habla. LLora.
--No pretende parecer a Thiago... es imposible y ni reemplazarlo, sólo quiero ser tu amigo.
Simón , a veces no se aguanta ni así mismo. No quiere la compañía de Emilio, ni de nadie. La respuesta es la misma un no y un no vuelvas. Emilio, como siempre, se queda con el corazón deshecho aunque como siempre lo que más le duele es ver a su amado Simón consumirse día a día sin poder ayudarlo.
Al llegar a su casa, Simón se enfrenta a Tacho. Le exige que deje de molestarlo, de meterle ideas a la cabeza a Emilio. Tacho si se da por vencido. Nunca más se volverá a meter.
--tranquilo... no volveré a ver a Emilio...
--puedes ser su amigo pero no le hables de mi...
Tacho le jura que así lo hará aunque espera que el amor que siente por él guie a Emilio y sepa como llegar hasta Simón .
Como parte de su terapia, Simón empieza a escribir sus sentimientos. Son cartas que le dedica a Thiago. Uno a uno ya han pasado 12 interminables meses que a Simón le han parecido años " Un año sin ti, mi príncipe. Cierro los ojos y te veo, tu sonrisa. Tu último beso. Estabas seguro que nos esperaba el paraíso. Y te esperaba a ti, a mi me quedó el infierno. No es de extrañar. Tú eras el mejor de los dos, eras tú quien merecía la dicha. 12 meses que me han parecido eternos. Tus besos, tus caricias, tus palabras, tu rostro, tu manera de hacer el amor, la dulzura de tu voz, aquella sonrisa, aquellas locuras... las llevo clavabas a fuego en mi piel. Nunca nadie las podrá borrar. Nunca podré amar a nadie como a ti. Seré fiel a tu recuerdo mientras viva. Estás vivo dentro de mí pero eso no me ayuda a superar tu ausencia aunque me he acostumbrado al dolor. Ya no es mi enemigo, es mi compañero. Mi corazón y mi alma se llenaron de ira, de rabia, de culpa el día en que tú te fuiste para no volver. No dejo de preguntarme porqué tuvo que salir todo tan mal. Nunca me resigné a perderte aunque he aprendido a vivir está angustia. Recuerdo que en los primeros días no hacía más que atormentarme pensando en dónde estarías tú, si estarías bien, si sentirías algo... Me levantaba pensando en ti y me iba a dormir llorando. Te llevaste una parte de mí pero en cambio yo me quedé con una parte de ti. Está en mi corazón, forma ya parte de mi. No sé si saldré adelante algún día pero sé que tú estás ahí arriba ayudándome como siempre lo has hecho". Simón cierra su diario para llevarlo a la terapia. Las lágrimas lo han mojado.
De vez en cuando Emilio sigue buscando a Simón . No quiere ser pesado. Sólo le quiere hacer sentir querido, importante, que sepa que él está ahí.
--no te cansas que te rechace...?
--solo quiero que sepas que estoy aquí... que soy tu amigo...
--es que no me apetece salir...
--bueno... almenos deja que te acompañe a casa...
No dice que si pero tampoco que no pero Emilio se queda a su lado. Simón no le dice nada y a Emilio le cuesta encontrar temas para hablar con él. A Simón le gusta el esfuerzo que está haciendo Emilio pero aun hay demasiado dolor dentro de él para corresponderle.
2 años después.... Simón está trabajando con su madre. En ese mismo despacho en el que él y Emilio vivieron su primer encuentro sexual. Emilio siempre lo espera abajo pero nunca le ha hecho ningún comentario sobre lo que hicieron ahí años atrás. Hablan de todo y de nada de camino a casa de Simón . Éste ha aceptado su compañía, hablar con él pero siempre rechaza sus propuestas a salir.
--¿vamos a cenar esta noche?
--si.
Emilio no le hace caso. Ya esperaba un no. De pronto se para y le dice:
-- dijiste si?
Emilio no da crédito a lo que oye. Hace tanto que espera ese momento. Simón sonríe:
--gracias por tu paciencia, por ayudarme a vivir, por tolerar mi mal genio...
--no... gracias a ti por dejarme estar contigo...
Emilio evitar mostrar todo el amor que siente. Es algo que lo emociona a Simón , que en vez de buscar con otro se haya bancado todos sus desplantes. Le pone las manos en las mejillas. Le emociona todo el amor que ve en sus ojos. No piensa, se deja llevar por el amor de Emilio y se besan. Emilio no da crédito a lo que está viviendo.
--¿es un sueño?
Simón le sonríe. El pasado está ahí, es parte de su vida pero quiere construir un futuro y le gustaría intentarlo con Emilio. Van a cenar, le acaricia de la mano. En estos años Emilio ha hecho un esfuerzo por sacar temas para hablar. Algo que nunca hacia. Simón se lo agradece. Salir a dar una vuelta. Hablan muy animadamente.
--con un cuerpo como el tuyo es increíble que la gente no se te haya acercado
--en el gimnasio me han coqueteado peor es que a mi me gustas tu... solo quiero contigo...
Simón le guiña el ojo y pícaro le dice:
--no crees que ya es hora que pierdas tu virginidad... ya tienes edad... Ser virgen a tu edad no es muy normal...
Emilio cree que no ha entendido bien y siempre le aclara:
--es que sí no eres tú no me interesa...
Simón no quiere hablar de amor pero sí de esperanza, de futuro, de intentarlo... Se lo lleva al despacho donde trabaja. Es un momento especial para los dos. La primera vez de Emilio, Simón de nuevo en activo. Simón quiere que sea especial.
--¿recuerdas... --le dice seductor -- la primera vez que te pedí que hiciéramos el amor? Espero que ahora no me digas que no...
Emilio no puede creer que tanta felicidad sea cierta. Simón es muy cariñoso con Emilio. Lo lleva de besos de caricias:
--perdóname por no haber creído en ti, perdóname por haberte hecho sufrir, por haberte hecho esperar...
--gracias a ti por existir, dejarme quererte, estar a tu lado.
Hay tanto amor en las palabras de Emilio y Simón se lo quiere agradecer haciéndole vivir un momento especial. Lo trata con mucha delicadeza y a la vez le hace sentir toda la pasión. Se funden en un solo cuerpo, escriben una nueva página de su historia, una historia juntos. Emilio llora de felicidad al sentir a Simón suyo. Simón quiere amar, quiere volver a creer en el amor y sabe que con Emilio lo va a lograr.
fin
capitulo 40
La vida sigue igual para Simón. Ya han pasado cuatro meses desde la muerte de Thiago. Deja unas rosas junto a Carlota en su tumba.
--ya hace cuatro meses que me dejaste --dice Simón llorosos.
Lo recuerda con dolor, con nostalgia, con angustia. Carlota lo besa con cariño.
--Mi niño no te abandonó... no fue su decisión... por algo pasan las cosas... Verás como la vida tiene reservado algo bueno para ti.
Simón ni lo cree, ni lo desea.
--La vida me dio lo más bueno que le pueda dar a una persona... conocerlo a Thiago y como me lo dio... Me lo quitó..
Simón llora amargamente entre los brazos de Carlota que tampoco sabe como ayudarlo.
Sus visitas al cementerio y al psiquiatra son las únicas veces en las que sale Simón. Se siente apagado y sin fuerza. Encerrado en su habitación, hablándole a la foto de Thiago. Recordándolo. Así van pasando los días. La amargura y la soledad son ya sus fieles compañeras.
--ocho meses, mi príncipe, hoy hace ocho meses que nos conocimos...
Sus ojos se llenan de lágrimas recordando minuto a minuto esos momentos.
Emilio siempre ha sido muy flojo para el deporte y al principio le ha costado mucho pero el pensar que lo está haciendo como demostración de amor hacia Simón es lo que le da fuerza. Además a medida que se empiezan a notar los cambios. No ha vuelto a ver a Simón pero Tacho está muy pendiente de él. Esté acostumbrándose a las lentillas. Sale de la ducha. Nunca le ha gustado mirarse y ahora en cambio disfruta con el cambio que ha dado su cuerpo. Se pone las gafas para verse bien. Han pasado seis semanas desde que comenzó el reto de amor. Le están apareciendo músculos que ni sabia que existían y eso lo anima. Piensa muchas veces en la cara que pondrá Simón cuando se entere todo lo que está haciendo por él.
--¿será que en serio es posible un futuro juntos para nosotros?
Esa ilusión domina su rostro. Esa esperanza y el placer que le causa verse así mismo guapo lo anima a esforzarse más día a día. No tienen mucho tiempo. Tacho está viendo como día a día su primo se va hundiendo y le urge poder presentarle un chico guapo que lo ame y Emilio es la única opción que tiene posible. Sabe que Simón lo ha querido mucho y está seguro que Emilio es el único que puede hacer que vuelva a creer en el amor.
A Simón no le gusta mucho salir de casa. Le duele ir al cementerio. Se le parte el alma al ver la tumba de Thiago pero en fechas señaladas no quiere dejar pasar ese día sin depositar sobre su tumba una rosa tal y como durante semanas le estuvo regalándole él. Carlota va con él. Le informa de cuando no corre peligro de encontrarse con alguien y además a los dos les gusta hablar. Recordar a Thiago, las locuras de amor que se le ocurrían y como Carlota siempre lo ayudaba. Sus conversaciones son del tipo: "Recuerdas cuando se disfrazó de Sireno?" "si, ¡que loco¡" Y ríen y a la vez lloran. Esa día depositan sus rosas. Carlota un centro. Él le ha traído seis. Suelta, una sobre la otra. Una por cada mes de su ausencia. Son ya seis meses desde la tragedia que marcó y cambió para siempre la vida de Simón. No cree que nunca pueda superarlo. No lo quiere repetir en voz alta para no angustiar a los que le quieren pero le duele que no se lo haya llevado con él. Le gustaría poder estar junto a él sea donde sea, pero juntos por toda la eternidad. Desayunan en una cafetería céntrica. Carlota le toma de la mano.
--yo te veo muy mal... ¿te tomas las pastillas?
Con amargura, Simón dice:
--si, me tienen drogado. Aunque es mi madre quien me las da. No se fía que no me las tome toda.
Y muchas veces le vienen ganas. Carlota es muy maternal con él:
--tienes que animarte, abrirte a la vida. Al amor... Con lo guapo que eres no me creo que no haya nadie quien te haya echado el ojo... Mira bien y verás como encuentras...
--el amor se fue con Thiago y no volverá más --Simón muy triste.
A Carlota le parte el alma ver que cada día está peor.
Tímidamente el cuerpo de Emilio se van moldeando semana a semana. Con la transformación Emilio está perdiendo su timidez de mostrarse desnudo ante los otros chicos. Se siente seguro de su cuerpo y empieza a ducharse con los otros chicos. En alguna ocasión coincide con Tacho que queda sorprendido del espectacular cambio que está haciendo Emilio. Le parece ver deseo en los ojos de Tacho pero
--no, no puede ser --piensa Emilio-- Tacho me está ayudando por Simón jamás se fijaría en mí. Tacho está siendo el primero en comprobar el cambio que está dando Emilio en todo su esplendor y le gusta. Además han pasado demasiadas horas juntos enseñándole a moverse como él, eligiendo ropa con la que resaltar su recién descubierta belleza, enseñándole a peinarse de una manera más moderna... Se prueba ropa con la ayuda de Tacho. Camisa sin mangas, pantalones cortos y ceñidos.
--En cuanto Simón te vea tan guapo no podrá resistirse a ti...
Emilio vibra de emoción.
--¿crees que le gustaré?
Tacho no puede ocultar el deseo que siente en ese momento.
--¡pero sí me gustas hasta mí...¡
Emilio se lo toma a broma pero Tacho lo quiere besar. Le gusta, lo desea. Es su obra y desea disfrutarla.
--no... --dice Emilio apartándose.
Tacho le guiña el ojo. Sabe que es atractivo y no ve porque no pueda seducir a Emilio. Le guiña el ojo. Le habla sensualmente:
--solo seria diversión, parte del entrenamiento, te puedo convertir en un experto en el sexo. Yo le enseñé a Simón todo lo que sabe del sexo y te lo puedo enseñar a ti, así os vais a entender mejor... Sé lo que le gusta, lo que le hace enloquecer.
Emilio ha cambiado por fuera, ha ganado seguridad. No tiene traumas con su cuerpo, con que lo vean desnudo pero no han cambiado sus valores, su forma de ver la vida.
--para ti es diversión para mi el sexo es amor... soy virgen...
Tacho se le ríe.
--El Emilio de antes era lógico que fuera virgen pero tú no puedes seguir siendo virgen ni un día más... Es ridículo. A tu edad y con ese cuerpo, no vas a ir a ningún sitio siendo virgen...
Lo mira seductor:
--la vas a pasar bien conmigo... Será la última lección de tu transformación.
--Para mi el sexo es algo muy mío, algo que no quiero hacer con cualquiera...
Tacho frunce el ceño pero tampoco lo quiere presionar.
--pero mi primo aun no está preparado, no puedes esperar... NO tienes nada con él, Simón esta vez no te reprochará nada.
Emilio nunca pensó que sería un chico atractivo y Tacho lo quisiera seducir pero no quiere renunciar a sus sueños de amor, a su sueño de que su primera vez sea con un príncipe y Simón es ese príncipe.
--es que mi sueño es que él sea el primero...
Tacho no puede entender que siendo Emilio guapo y libre no quiera divertirse antes de iniciar una relación con Simón en la que es posible que el sexo tarde pero a Emilio no le importa.
--¿y si no se anima nunca.,.,?
--pues ni modo...
Tacho le guiña el ojo
--siempre me puedes llamar... No te puedes quedar virgen para siempre.
--Sólo lo haré por amor...
Tacho no puede entenderlo pero se resigna a no probarlo. A Emilio le preocupa que Tacho haya hecho todo eso para cobrarse después en carne:
--espero que no hayas...
Tacho no lo deja seguir. Sabe lo que le preocupa :
--no, lo hago por mi primo pero una cosa no quita a la otra...
Emilio está ya preparado para su encuentro con Simón. Tacho lo invitar a una cafetería mientras hablan de eso.
Tacho se ha llevado a Simón a la playa casi a arrastras.
--ya, cambia esa cara...
--Es que no tenia que haber venido...
--relájate, te hará bien...
Tacho se queda en bañador, Simón se tumba en la arena. Con camiseta y pantalones cortos.
--alguien te quiere dar una sorpresa... No puedes ni imaginar lo que Emilio ha hecho por ti...
Sin levantarse, Simón abre los ojos sin ningún interés.
--¿y ahora qué pasa?
Se queda boquiabierto con lo que ve. Tacho sonríe satisfecho al ver que lo ha impresionado.
--Está guapo ¿no?
Emilio en bañador, muy sexy. Con un caminar coqueto que recuerda al de Tacho. Algunas miradas se centran sobre el ex feo pero ya no son miradas de burlas sino de deseo. Emilio va hacia él. Tacho agarra del brazo a su primo para que se levanta y le dice:
--¡venga que ese macho es tuyo¡
Tacho se tira al agua. Simón se queda mirando a Emilio sorprendido. Le cuesta reconocer en ese guapo al Emilio que conoció. Emilio ha cambiado por fuera pero no por dentro. Se pone muy nervioso al estar frente a Simón y tartamudea al saludarlo, al preguntarle cómo estás. Simón se da cuenta que bajo el disfraz de guapo está el mismo Emilio que conoció. Nunca pensó que Emilio fuera de los que se esfuerzan por tener un buen cuerpo.
capitulo 39
Después de que Emilio se haya ido, Simón va a encerrarse a su habitación. Tacho le reprocha que haya sido brusco con Emilio.
--él ha hecho un esfuerzo para visitarte, para tratar de animarte...
Simón se tumba en su cama.
--pues que no haga esfuerzos... Yo no se lo he pedido.
Tacho entra en la habitación con él.
--deberías hacer un esfuerzo, almenos podías hacer un esfuerzo... para una persona que te viene a ver.
No, Simón no tiene ganas de hacer ningún tipo de esfuerzo ni ve porqué tendría que hacerlo. Además no entiende porque ahora su primo parece que le quiera meter a Emilio por los ojos.
--y desde cuando tan amigos?
Pero no le sienta mal del todo la visita, lo ha distraído de su dolor.
--Me porté muy mal con él y él se nota que está preocupado por ti. Los dos hemos sido injustos con él, podíamos salir a algún sitio... los tres.
--No.
Tacho se sienta a su lado.
--Haz un esfuerzo... No puedes estar siempre encerrado.
--Hoy salí...
Tacho lo mira regañón:
--Sé el día que es y donde fuiste. No debiste ir y menos solo... ¿para qué arriesgarte a ver a esa gente?
--Hablé con Carlota, me hizo bien...
Tacho no quiere que empiece a hablar de nuevo con Thiago. Desea distraerlo con el tema Emilio.
--Me refiero a salir de verdad, a tomar algo... conmigo... con Emilio...
--¡pero qué perra te ha dado con Emilio ¡--se queja Simón .
--¿y tú porqué ahora no quieres estar con él? No te ha hecho nada malo. Al contrario.
Simón ahora lo sabe. Emilio lo quiso en serio, todo fue verdad y sufrió por una ruptura que no era justa pero eso no cambia las cosas, no cambia el hecho que amó a Thiago con toda su piel, que tanta intensidad que ya no le es posible volver a amar.
--Emilio quiere cosas de mi que yo no le puedo dar...
--Emilio sólo quiere que seas feliz...
--No quiero lastimarlo... tú haz lo que quieras con él pero que no venga a visitarme...
Simón le pide a su primo que lo deje solo. Se queda tumbado en la cama, pensando en Thiago. Sin ganas de luchar pero Tacho no rinde permitir que se rinda.
Esa misma tarde se cita con Emilio. Lo saluda con un beso en la mejilla. A Emilio no le gusta este tipo de contactos, se pone nervioso. Se le caen las gafas. Están en la terraza de una cafetería y al ir a sentarse tropieza con su pie. Tacho lo ayuda a sentarse.
--¿estás bien?
Emilio hace que si con la cabeza. Tacho se acaricia la melena.
--¡que desastre¡ --dice para sí.
Emilio está nervioso, inquieto.
--para que me llamaste? No sé para que le insistes, Simón no quiere nada conmigo.
Y eso es algo que le duele mucho a Emilio porque él sí quiere con él. Tacho le agarra de la mano a Emilio y lo suplica con la mirada.
--Necesito que luches por él...
Emilio saca su mano de debajo de la de Tacho. Tartamudea.
--no me gusta que me toquen...
Tacho se disculpe y le suplica que lo ayude con su primo.
--Sabes que yo nunca he luchado por nadie. No sabría como hacerlo. Te equivocaste de persona.
Pero Tacho está seguro que no, que Emilio es el único que lo puede ayudar a Simón .
--Tú eres el único que puedes ayudar a Simón .
--¿y porqué yo? --sorprendido.
--porque tú lo amas y eso es lo que necesita Simón , que lo amen. Si tú lo amas de verdad sabrás como ayudarlo...
Frustrado Emilio dice:
--¿crees que con esta cara puedo enamorar a alguien...?
--en eso estaba pensando...
Le saca las gafas... Emilio medio cierra los ojos porque no ve nada.
--con lentillas...
Luego lo despeina:
--con un peinado más moderno...
Se levanta y hace que él se levanta. Lo mira. Emilio está muy incomodo
--nueva ropa... Tenemos que ir de compras.
--¡ya basta¡ ¿y de donde se supone que voy a sacar dinero para todo eso?
--si estás dispuesto a cambiar por Simón yo te puedo ayudar... Por la plata no importa, yo te lo pago yo...
Emilio duda:
--pero es que ¿en qué voy a cambiar?
Tacho se da cuenta que Emilio no es tan feo como creía y que puede sacar la belleza que tiene oculta:
--te sentirás mejor, más seguro. Mirarás el mundo con otros ojos...
--¿y crees que así pueda ayudar a Simón ?
Tacho está seguro de eso.
--de acuerdo...
Tacho sonríe satisfecho. Sabia que Emilio no le iba a fallar.
--tenemos que empezar ya, cuanto más se hunda Simón más difícil será sacarlo de ese pozo...
Emilio se pone en manos de Tacho. Éste lo lleva al gimnasio al que acude frecuentemente. A Emilio no le hace mucha gracia estar en ese lugar con tanto chico guapo fuerte.
--¿qué hacemos aquí? yo nunca he estado en un lugar como este...
Tacho no dice nada pero lo mira con cara de pensar: eso ni lo dudes. Se les acerca un hombre.
--Este es Rallo, hace milagros con los cuerpos insignificantes... en cuatro meses puede hacer de ti un chico de anuncio...
Tacho señala a Emilio y le dice al monitor:
--este es el chico que necesito que cambies...
El hombre nunca se esperaba un reto tan difícil. Mira a ese chico que se esconde tras las gafas, peinado y ropa antigua, muy delgado, tímido, camina curvado y con los pies torcidos. Mientras van conociendo el gimnasio Rallo no está nada seguro de aceptar ese reto. Emilio se siente algo incómodo. Se da cuenta que todos lo miran burlón. Se acerca a una máquina de pesas que hay libre. Estira un poco de la pesa y cae. Hay burlas de los asistentes. Uno de ellos, muy musculoso, es el que ayuda a Emilio. Tacho y Rallo se ponen nerviosos.
--- Me pides demasiado. No sé si se pueda.
--no pretendo que sea modelo... solo un pibe normal...
--haré lo que pueda... --dice soplando por la dificultad de lo que le piden.
--si de paso puedes hacer que aprenda a caminar te lo agradeceré.
Emilio está mirando por ahí. Se tropieza con sus pies al caminar y casi cae... Ralla se lleva las manos a la cabeza:
--haré lo que pueda pero me vas a deber una... y bien grande...
--es muy importante para mi... --dice Tacho sonriendo satisfecho.
Se acercan los dos a Emilio. Rallo pone su mano sobre los hombros de Emilio:
--venga... a ver que hacemos contigo...
Emilio está bastante asustado y Tacho lo anima:
--ponte en sus manos... todo saldrá bien...
Los Guapos del gimnasio:
(el monitor amigo de Tacho)
el que ayuda a Emilio.
capitulo 38
Carlota y Simón están frente a la tumba de Thiago. La mujer abraza al chico con fuerza.
--me duele tanto verte tan mal...
--es que me falta una parte de mi, la parte de mi vida que se fue con él... sin él me siente amputado... --confiesa Simón con una amarga y honda tristeza.
--Mira hacia el cielo y lo verás sonriéndote y diciéndote...sonríele a la vida...
Lloran pero a los dos les hace bien hablar. Caminan juntos.
--llamame cuando quiera... la próxima vez podemos venir juntos...
--me gustará...
Cada uno se va por su lado, han descargado su dolor en el otro y eso ha aliviado el suyo propio un poco.
Emilio acompaña a Tacho hasta el departamento de la familia de Simón. Emilio está intranquilo. Vivió momentos tan felices ahí. Son tantos recuerdos de un pasado feliz. De su único pasado. Tacho lo trata como amabilidad.
--¿quieres tomar algo?
A Emilio se le hace muy extraño estar en ese lugar y más por invitación de Tacho.
--No me parece que sea buena idea que esté yo aquí...
--Eres mi amigo, tienes todo el derecho...
Tacho es muy amable con él.
--Sé que tienes derecho a desconfiar en mí pero te juro que no quiero hacerte daño...
Emilio confía en él. Sabe que sufre por Simón .
--venga, que te preparo un jugo...
--No, no hace falta...
Tacho le sonríe:
--No te meteré droga... Te quiero ayudar...
Aunque Tacho lo invita a la cocina para que vea que no le echa nada en la bebida, Emilio se queda en el salón. Se da cuenta que cambió y es su manera de demostrarle que le cree. Tacho regresa con un vaso de jugo y una lata de cerveza. Se sientan en el sofá. Emilio lo mira aturdido.
--¿qué pretendes de mí? Si me odiabas, si te daba horror que yo estuviera con tu primo...
--Y mira las consecuencias...
Tacho se pone triste porque la culpa lo devora. A Emilio le sabe mal haberlo puesto triste.
--las cosas pasan porqué sí...
--pero tú aún quieres a mi primo ¿no?
Emilio agacha la cabeza.
--¿y qué caso tiene?
Tacho sonríe.
--No sé para qué pregunto... Sé que sí.
Emilio se ruboriza.
--todo esto no tiene sentido... ¿qué pretendes qué haga?
--Mi primo te quiso tanto, no sé además yo te hice daño a ti. Tú sufres por mi primo y él está solo... A lo mejor se podían unir de nuevo...
Emilio no se quiere hacer ilusiones, aunque, qué más quisiera él.
--Simón sintió compasión de mi, no sé le gustó jugar al héroe... Amar, lo amo a Thiago. Yo lo sé y con eso no se puede hacer nada.
Tacho está desesperado. Siente culpa por haber hecho daño a Emilio, no soporta ver a su primo tan mal sin saber cómo ayudarlo.
--No sé... tal vez tú pudieras hacer algo para hacerlo sentir bien...
--ojalá pudiera...
Emilio se levanta para irse.
--No pierdas tú tiempo.... ni siquiera sé cómo ayudarme a mí mismo... pues imagina como voy a ayudar a Simón ...
Tacho se levanta.
--No te vayas... ¿no lo esperas a Simón ?
Emilio lo ama y le duele verlo sufrir. Ojalá pudiera ayudarlo.
--Si supiera que con mi vida lo ayudaba a ser feliz, lo haría pero no sé que puedo hacer.
Tacho le sonríe.
--Pues esperalo... que te sienta su amigo...
--¿y si no me quiere ver?
Tacho le guiña el ojo:
--pero tú si lo quieres ver ¿no?
Emilio sonríe enamorado. Tacho le agarra de la mano para que se siente.
--Almenos hazme compañía...
Emilio no deja de sorprenderse por el cambio de Tacho.
--es que pareces otro... Se me hace tan raro que...
Emilio no le dice nada más. Ya Tacho sabe todo lo que le tiene que decir.
--Sé que me porté muy mal contigo pero te juro que lo estoy pagando... Mis tíos me odian... Me echaron a la calle sabiendo que no tengo donde ir...
--pero te perdonaron... estás aquí...
--me aguantan por Simon para que no esté solo... si no fuera por él yo también me iría.
Simón entra en ese momento. A Emilio le impacta verlo. De negro, tan triste, tan apagado. A Simón le sorprende ver a Emilio junto a Tacho. Ni Emilio ni Simón saben qué decirse.
--mira quien ha venido a verte... bueno os dejo solos... --dice Tacho retirándose.
Emilio y Simón n los dos frente a frente en casa de Simón como antes y parece que han pasado siglos...Emilio se le acerca y tiembla.
--¿como estás?
Simón no le piensa poner las cosas fáciles. Ahora es él quien vive en su propio mundo, el que no quiere hablar con nadie. Se hace un silencio. Emilio está acostumbrado a que sean los demás los que hablen y él ver pasar la vida. Quiere ayudarlo y no sabe como. Finalmente acaba encontrando palabras para decirle.
--me gustaría ser como tu...
--no sabes lo que dices... --Simón frio.
--sí yo me sentía muerto por dentro...
--no creo que nunca te hayas sentido tan mal como yo... --le reprocha.
--No se trata de ahora hacer una competición de haber quien se amargó más, nunca me hizo ilusión vivir pero tú me enseñaste que se podía ser feliz...
--mucho no te ayude...
Es un reproche hacia sí mismo y también un recordatorio a Emilio de que le hizo feliz durante poco tiempo, que después siguió igual de amargado.
--pero me gustaría poder ayudarte yo... --balbucea nervioso, se para y luego sigue-- No me gusta verte tan acabado...
Emilio se deja llevar por el amor que siente hacia ese chico y lo abraza. Simón siente su dulzura, su cariño, el esfuerzo que está haciendo por hablar con él y eso lo reconforta. Emilio lo abraza con fuerza en señal de amor, de amistad, de afecto, de cariño, de solidaridad. Le gustaría decirle lo que agradece que esté bien, que no le haya pasado nada pero no se anima. Piensa que le puede doler porque Thiago sí está muerto. Simón ve en los ojos de Emilio dolor, preocupación por él. Le sorprende después de todo lo que ha hecho. No le dice nada pero, por dentro se lo agradece. Sabe que es un buen chico, lo juzgó mal pero ahora ya todo eso no importa. Emilio vibra de deseo. Es como si hicieran el amor. Simón se acaba apartando. Emilio lo mira con amor, ilusión. Le parece que han pasado años desde que Simón le daba derechos sobre su cuerpo, desde que le pidió hacer el amor. Ahora todo ha cambiado tanto.
--¿puedo visitarte...? --pregunta Emilio con un hilo de voz.
--yo no sé qué juego te traes con mi primo pero no te hagas ilusiones conmigo... --Simón algo frio.
--No, solo busca ser tu amigo...
--No creo que tu me puedas ayudar... prefiero estar solo...
A Emilio le duele ver a Simón tan distante, tan apagado. Se va muy triste.