miércoles, 5 de mayo de 2010

capitulo 39









Después de que Emilio se haya ido, Simón va a encerrarse a su habitación. Tacho le reprocha que haya sido brusco con Emilio.
--él ha hecho un esfuerzo para visitarte, para tratar de animarte...
Simón se tumba en su cama.
--pues que no haga esfuerzos... Yo no se lo he pedido.
Tacho entra en la habitación con él.
--deberías hacer un esfuerzo, almenos podías hacer un esfuerzo... para una persona que te viene a ver.
No, Simón no tiene ganas de hacer ningún tipo de esfuerzo ni ve porqué tendría que hacerlo. Además no entiende porque ahora su primo parece que le quiera meter a Emilio por los ojos.
--y desde cuando tan amigos?
Pero no le sienta mal del todo la visita, lo ha distraído de su dolor.
--Me porté muy mal con él y él se nota que está preocupado por ti. Los dos hemos sido injustos con él, podíamos salir a algún sitio... los tres.
--No.
Tacho se sienta a su lado.
--Haz un esfuerzo... No puedes estar siempre encerrado.
--Hoy salí...
Tacho lo mira regañón:
--Sé el día que es y donde fuiste. No debiste ir y menos solo... ¿para qué arriesgarte a ver a esa gente?
--Hablé con Carlota, me hizo bien...
Tacho no quiere que empiece a hablar de nuevo con Thiago. Desea distraerlo con el tema Emilio.
--Me refiero a salir de verdad, a tomar algo... conmigo... con Emilio...
--¡pero qué perra te ha dado con Emilio ¡--se queja Simón .
--¿y tú porqué ahora no quieres estar con él? No te ha hecho nada malo. Al contrario.
Simón ahora lo sabe. Emilio lo quiso en serio, todo fue verdad y sufrió por una ruptura que no era justa pero eso no cambia las cosas, no cambia el hecho que amó a Thiago con toda su piel, que tanta intensidad que ya no le es posible volver a amar.
--Emilio quiere cosas de mi que yo no le puedo dar...
--Emilio sólo quiere que seas feliz...
--No quiero lastimarlo... tú haz lo que quieras con él pero que no venga a visitarme...
Simón le pide a su primo que lo deje solo. Se queda tumbado en la cama, pensando en Thiago. Sin ganas de luchar pero Tacho no rinde permitir que se rinda.

Esa misma tarde se cita con Emilio. Lo saluda con un beso en la mejilla. A Emilio no le gusta este tipo de contactos, se pone nervioso. Se le caen las gafas. Están en la terraza de una cafetería y al ir a sentarse tropieza con su pie. Tacho lo ayuda a sentarse.
--¿estás bien?
Emilio hace que si con la cabeza. Tacho se acaricia la melena.
--¡que desastre¡ --dice para sí.
Emilio está nervioso, inquieto.
--para que me llamaste? No sé para que le insistes, Simón no quiere nada conmigo.
Y eso es algo que le duele mucho a Emilio porque él sí quiere con él. Tacho le agarra de la mano a Emilio y lo suplica con la mirada.
--Necesito que luches por él...
Emilio saca su mano de debajo de la de Tacho. Tartamudea.
--no me gusta que me toquen...
Tacho se disculpe y le suplica que lo ayude con su primo.
--Sabes que yo nunca he luchado por nadie. No sabría como hacerlo. Te equivocaste de persona.
Pero Tacho está seguro que no, que Emilio es el único que lo puede ayudar a Simón .
--Tú eres el único que puedes ayudar a Simón .
--¿y porqué yo? --sorprendido.
--porque tú lo amas y eso es lo que necesita Simón , que lo amen. Si tú lo amas de verdad sabrás como ayudarlo...
Frustrado Emilio dice:
--¿crees que con esta cara puedo enamorar a alguien...?
--en eso estaba pensando...
Le saca las gafas... Emilio medio cierra los ojos porque no ve nada.
--con lentillas...
Luego lo despeina:
--con un peinado más moderno...
Se levanta y hace que él se levanta. Lo mira. Emilio está muy incomodo
--nueva ropa... Tenemos que ir de compras.
--¡ya basta¡ ¿y de donde se supone que voy a sacar dinero para todo eso?
--si estás dispuesto a cambiar por Simón yo te puedo ayudar... Por la plata no importa, yo te lo pago yo...
Emilio duda:
--pero es que ¿en qué voy a cambiar?
Tacho se da cuenta que Emilio no es tan feo como creía y que puede sacar la belleza que tiene oculta:
--te sentirás mejor, más seguro. Mirarás el mundo con otros ojos...
--¿y crees que así pueda ayudar a Simón ?
Tacho está seguro de eso.
--de acuerdo...
Tacho sonríe satisfecho. Sabia que Emilio no le iba a fallar.
--tenemos que empezar ya, cuanto más se hunda Simón más difícil será sacarlo de ese pozo...

Emilio se pone en manos de Tacho. Éste lo lleva al gimnasio al que acude frecuentemente. A Emilio no le hace mucha gracia estar en ese lugar con tanto chico guapo fuerte.
--¿qué hacemos aquí? yo nunca he estado en un lugar como este...
Tacho no dice nada pero lo mira con cara de pensar: eso ni lo dudes. Se les acerca un hombre.
--Este es Rallo, hace milagros con los cuerpos insignificantes... en cuatro meses puede hacer de ti un chico de anuncio...
Tacho señala a Emilio y le dice al monitor:
--este es el chico que necesito que cambies...
El hombre nunca se esperaba un reto tan difícil. Mira a ese chico que se esconde tras las gafas, peinado y ropa antigua, muy delgado, tímido, camina curvado y con los pies torcidos. Mientras van conociendo el gimnasio Rallo no está nada seguro de aceptar ese reto. Emilio se siente algo incómodo. Se da cuenta que todos lo miran burlón. Se acerca a una máquina de pesas que hay libre. Estira un poco de la pesa y cae. Hay burlas de los asistentes. Uno de ellos, muy musculoso, es el que ayuda a Emilio. Tacho y Rallo se ponen nerviosos.
--- Me pides demasiado. No sé si se pueda.
--no pretendo que sea modelo... solo un pibe normal...
--haré lo que pueda... --dice soplando por la dificultad de lo que le piden.
--si de paso puedes hacer que aprenda a caminar te lo agradeceré.
Emilio está mirando por ahí. Se tropieza con sus pies al caminar y casi cae... Ralla se lleva las manos a la cabeza:
--haré lo que pueda pero me vas a deber una... y bien grande...
--es muy importante para mi... --dice Tacho sonriendo satisfecho.
Se acercan los dos a Emilio. Rallo pone su mano sobre los hombros de Emilio:
--venga... a ver que hacemos contigo...
Emilio está bastante asustado y Tacho lo anima:
--ponte en sus manos... todo saldrá bien...

Los Guapos del gimnasio:

(el monitor amigo de Tacho)


el que ayuda a Emilio.

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