miércoles, 5 de mayo de 2010

capitulo 11





Simón llega a su casa tranquilamente. Al oír la puerta, Tacho sonríe. Se tira sobre la cama. Lo mira con desprecio a Emilio.
--Todo sea por mi primo...
Se tira a Emilio encima para que parezca que se quedaron dormidos. Simón al ver la ropa tirada en el piso la empieza a recoger.
--Este Tacho es un descuidado... como llegue mi vieja...
De pronto se queda sorprendido: ¡Es la ropa de Emilio¡
--No, no puede ser...
Simón trata de convencerse así mismo de que lo que está pensando es imposible.
--¿¿qué iba a hacer la ropa de Emilio con la de mi primo?
Incluso le parece una tontería asomarse a la habitación.
--¡es que no puedes desconfiar de él¡
Pero lo está haciendo. Y es que la ropa de Emilio es demasiada pasada de moda como para que la lleven dos tipos iguales. Irrumpe en la habitación de su primo. LLora sangre. Ahí están su primo y su chico. Desnudos, abrazados. Dormidos. La escena no tiene lugar a dudas. Siente una gran rabia, se siente defraudado.
--¡¡¿QUE ES ESTO?¡
Emilio obvio ni se entera. Simón hace que se despierta, que se preocupa.
--perdón, nos quedamos dormidos...
Simón está horrorizado. Siente un gran odio. Jamás habría pensando de Emilio que era de ese tipo de chico. No le entiende, si se quería acostar con alguien, él estaba dispuesto. No entiende porque la traición. Tacho ha pensando en todo. No quiere que Simón se dé cuenta que Emilio está drogado. No le ha dado una droga muy fuerte para que no le cueste despertarse y se ha dejado una jarra de agua helada en la mesita de noche. Con desprecio, Tacho le tira el agua encima a Emilio en la cara.
--¡¡YA, DESPIERTA, QUE Simón NOS DESCUBRIÓ¡
Emilio abre los ojos desconcertado. No sabe que hace desnudo, no sabe que hace Tacho desnudo a su lado. Y sobre todo Simón ¿porqué lo mira con esos ojos de odio? Tacho se justifica ante su primo:
--es que me dijo que le daba miedo hacerlo contigo y quería que yo le enseñara a hacerlo... Aunque me daba asco pues yo me lo tiré para demostrarte que no no es nada del otro mundo, que todo la película sobre él que te has hecho en la cabeza es eso... una película...
Emilio ha despertado en su sueño para caer en una pesadilla. Va haciendo que no en la cabeza. Simón no es capaz de decir nada. Tacho agarra del brazo a Emilio y lo tira al piso. A los pies de Simón .
--¡ya te di lo que buscabas... ahora largo...¡ ¡yo te hice el favor... ya no me molestes más¡
Emilio desnudo en los pies de Simón . LLora. No entiende nada. Lo que más le duele a Emilio es la mirada de Simón . Éste mira a Emilio con desprecio:
--¡largo... no te quiero ver más¡
Emilio está destrozado. Balbucea. No es capaz de explicar nada y Simón tampoco le escucharía. Esos ojos llenos de amor ahora están llenos de odio. Odio hacia Emilio. No es capaz de moverse. Simón se encierra en la habitación. Está roto por dentro. No es ni capaz de llorar. Tacho agarra del cuello a Emilio. Lo saca al rellano desnudo y todo.
--¡no te quiero ver más¡
Emilio se ha quedado inmóvil. Desnudo. Muerto. No sabe qué hacer. Una vecina grita.
--¡pervertido... y encima eres un monstruo¡ ¡no te da vergüenza enseñar eso¡
Emilio desearía morirse en aquel momento. Se abre de nuevo la puerta. Emilio mira esperanzado. Simón no le puede hacer eso. No puede desconfiar de él de esa manera. Es Tacho. Le tira la ropa. Mira a Emilio riendo y le cierra la puerta. Emilio se da cuenta que, no sabe como, Tacho le ha tendido una trampa. Se viste y se aleja. La vida ya no tiene sentido para Emilio, estaría mejor muerto. Le han arruinado la vida. Tacho entra en la habitación de Simón . Éste se da la vuelta.
--¡no quiero hablar contigo...¡ ¡¡no te me acerques¡
Tacho ya contaba con que, de entrada, su primo iba a estar enojada con él pero está seguro que en pocos días le va a agradecer lo que ha hecho.
--Emilio es un tipo común, busca sexo como todos... No sé... le habré gustado yo más para estrenarlo... O a lo mejor quería hacer un trío.
Simón está decepcionado. No quiere saber nada ni de Emilio. Ni de Tacho.
--¡largo, no te quiero volver a ver¡
--cuando se te pase el berrinche me vienes a buscar para divertirnos siempre...
Simón le lanza a su primo la lámpara de la mesita. Le habla con odio.
--¡no vuelvas a entrar en mi habitación¡
Tacho no hace caso del dolor de su primo. Está seguro que es algo pasajero, que le acabará dando las gracias. Simón está hundido. A solas con sus recuerdos... rompe a llorar.

Emilio llega a su casa en estado de Shock. La vida para él ha acabado. Sin Simón no quiere vivir. Se tumba en la cama. Quisiera dormir para siempre. Quisiera no volver a despertarse.

Casi arrastrándose, Emilio va a clase. No sabe de dónde ha sacado fuerzas. Justo en la entrada se encuentra a Simón . Lo mira con un odio intenso y Emilio se poco no se desmaya. Simón no se presenta a clase en las asignaturas que comparte con Emilio. Éste mira el sitio vacio de Simón atormentado. La situación para él es desesperante. Ama a Simón y Simón lo odia con la misma intensidad. Simón ha perdido la confianza en Emilio. Piensa que Emilio lo ha engañado, que no era lo que creía. No permite que se le acerque. No lo quiere escuchar. No tiene dudas de lo que ha pasado. Emilio está desesperado. Busca a Tacho. Le suplica que le diga la verdad.
--pedime lo que quieras...
Tacho se ríe en su cara.
--¡Moríte¡ --le dice con desprecio.
Emilio eso quisiera. Está hundido. Siempre ha sabido que Tacho era su enemigo pero no imaginaba que fuera capaz de una cosa así pero ya tiene claro que no puede esperar nada bueno de él.
--¿porque me has hecho esto? --le dice con voz desgarrada.
Tacho se le ríe y con desprecio le dice:
--por horroroso... ¿es que no te has mirado al espejo? ¡¡te deberías arrancar los ojos antes de mirar donde no debes... mi primo está muy arriba para ti...¡ ¡¡largo y déjanos en paz...¡
Tacho se va riendo y Emilio se queda hundido aún más.

Emilio deja pasar unos días. Simón evita a Emilio en clase. No va si él está. Cuando se encuentra en el pasillo... ¡cuánto odio desprenden sus ojos¡ Finalmente se decide a buscar a Simón a su casa.
--¡tienes que escucharme¡
Algo se ha roto en su alma. Simón no necesita escuchar nada.
--¡te odio¡
Y no son sus palabras, son sus ojos los que matan a Emilio. Se convence que no hay nada que hacer. Ha perdido a Simón para siempre. Lo ha perdido y Emilio siente que ha muerto. LLora sangre.

Cuando sus tíos duermen, Tacho entra desnudo en la habitación de Simón . Trata de meterse desnudo en su cama. Simón lo rechaza.
--¿qué haces?
--siempre te ha gustado que me metiera en tu cama...
Simón siempre tanto odio por Emilio como por Tacho.
--¡si no te vas gritos¡
Tacho mira a Simón burlón:
--¿cuando te vas a dejar de tonterías y me vas a venir a buscar...?
--¡¡NUNCA¡. --Le escupe con odio.
--¿que tontería dices...? --sorprendido porque no esperaba que le guardara tanto rencor.
--aunque tu tuvieras razón... nunca te voy a perdonar que te acostaras con Emilio... --Simón herido y rencoroso-- óyeme bien... JAMAS volveremos a compartir cama...
Tacho espera que eso no sea así... en todo caso se siente satisfecho por haber salvado a su primo de la negativa presencia de Emilio.

Emilio no desea levantarse de la cama. No vuelve a clase. Lentamente va muriendo de amor. Simón está muy triste. Le calma no ver a Emilio pero tiene un gran dolor dentro de él. Son tantos recuerdos dentro de él. Fotos que ha quemado, el reloj. No sabe qué hacer con él. Mira el calendario. Ese día harían dos meses. El dolor es muy grande. Estrella el reloj contra el piso y luego llora mirando los pedazos. Simón no soporta ir a clase. Las miradas de compasión, las burlas... sus notas se flojean. Emilio repetirá curso. Comenzará una nueva vida. Su vieja vida herido de muerto. Simón también repetirá.

Simón se ha convertido en un hombre gris. Pasa las vacaciones lejos de su casa, en la montaña. Espera que el aire de la sierra lo anime. Vive un verano nevado. Justo se ha topado con el invierno. Le sorprende que esté la montaña nevada, para él es verano. No se acordaba que para los otros es invierno. Camina entre la nieve algo triste. Metido en sus cosas. De pronto una bola de nieve le cae en la cara. Un joven se le disculpa.
--lo siento no era para ti...
A Simón le gusta la sonrisa de ese chico. Le devuelve la bola de nieve que le tira en la cara.
--Me llamo Simón ...
--Yo Rama...
Los dos se miran con interés. Los dos se han gustado.
--¿puedo invitarte a desayunar?
Simón hace que sí con la cabeza. Los chicos están contentos de haberse encontrado. La herida de Simón aún es muy reciente. No ha querido acercarse a ningún chico. Ha aprendido a vivir solo pero la lejanía y ese chico lo empiezan a hacer sonreír de nuevo.

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