miércoles, 5 de mayo de 2010

capitulo 19




El paseo en moto es largo. Simón tiene los ojos cerrados. Muy abrazado a Thiago. Lo ama y con él cualquier cosa le hace feliz. Aunque se siente bastante inseguro, teme caerse. Thiago maneja feliz. Grita, está entusiasmado por volver a estar sobre su moto. Su alegría acaba venciendo un poco el temor de Simón .
--¡¡esto es el paraíso...¡¡ ¡¡es increíble¡ --va gritando Thiago.
Abre los ojos un momento pero los vuelve a cerrar enseguida. Prefiere olvidar que está en una moto y centrarse en que está con él y disfrutar de él. Le preocupa caerse y eso hace que se abrace con más fuerza aún. A Thiago le excita sentir a Simón tan pegado a él. Llegan a la montaña. Ya está oscureciendo. Thiago es el primero en bajar. Sopla, grita.
--¡no me digas que no ha sido increíble¡
Simón lo ve tan contento que no se anima a decirle que no le gusta. Tímidamente sólo le dice:
--Yo prefiero el auto, la verdad...
Thiago le sonríe y le quita el casco:
--No sabes lo que dices... La moto es mil veces mejor... Ya te acostumbrarás...
Thiago lo besa a Simón y a éste se le olvida todo. Sabe que a Thiago le encanta ir en moto así que no le tocará más remedio que aguantarse.
--espero que me acostumbre pronto --murmura.
Thiago le agarra de la mano:
--ya verás como sí...
Para Thiago es importante compartir esa afición con Simón y éste lo quiere complacer. Se miran con dulzura y Thiago lo invita a pasear.
--disfruta de la naturaleza...
Están lejos de la ciudad, disfrutando de la naturaleza.
--Estamos solos... tú y yo...
Thiago le guiña el ojo y Simón le sonríe.
--¿como encontraste este lugar?
Thiago le explica le encantan montar solo en su moto durante horas, hacer kilómetros y que descubrió ese sitio por casualidad.
--Desde entonces vengo siempre... pero ahora nunca más solo...
Se miran con ternura, con amor, con emoción. Thiago se aparta un poco de Simón.
--¿donde vas qué haces?
Thiago está muy misterioso.
--¿qué me ocultas?
Bajan una pendiente y llegan a un rincón aislado en medio de dos pequeñas montañas. Thiago ya había estado ahí antes. Ha dejado. Ha dejado escondido cosas en un rincón.
--¡Eres un loco¡¿cómo haces eso? Recién te han dado el alta esta mañana como para que ya te hayas cansado tanto...
--es que tenía que probar la moto --dice con cara de travieso.
Igual Simón no puede protestar más ya que Thiago le ofrece un ramón de 28 rosas.
--una por cada día que hace que nos conocemos...
Simón está emocionado.
--Tio... ¿como te gastas tanto?
Thiago le guiña el ojo y le sonríe:
--tú te mereces todas las rosas del mundo...
Simón mira a Thiago con una tímida sonrisa:
--Yo te había comprado algo por nuestro primer mes pero no lo he traido...igual no me he podido gastar mucho...
Thiago le sonríe con cariño:
--No hace falta... tu compañía es mi mejor regalo...
Simón huele sus rosas.
--todo esto es tan hermoso. Gracias por hacer de mi vida un sueño...
Thiago le sonríe y lo mira con cara de: espera aún hay más. Ha traido bastantes antorchas grandecitas
--¿cómo has traído todo esto?
--Carlota me ha ayudado...
--Esta Carlota es increíble...
--Si, sabe que tú eres mi vida y por eso es nuestra mejor aliada...
No dejan de sonreírse de mirarse con amor.
--ven ayúdame....
--sí ¿qué hago?
Thiago habla entusiasmado. Simón se deja llevar.
--ven... clávalas como yo...
Las clavan en la falda de cada montaña haciendo como una casita dentro de la cual están sólo ellos dos. Y las enciende. En un primer momento Simón se asusta.
--¡nos vamos a meter en un lío¡
Pero enseguida se deja llevar por el romanticismo del momento. Están en plena naturaleza, bajo la luna, las estrellas, en una cabaña de fuego hecha entre dos montañas y sobretodo tienen delante al hombre de su vida. Se besan y se abrazan. El romanticismo es interrumpido por el sonido de las tripas de Simón . Éste se rasca la cabeza. Se disculpa avergonzado.
--Es que me muero del hambre...
Thiago le sonríe. Le guiña el ojo. Camina a cuatro patas. Busca una bolsa.
--vaya has pensando en todo... --dice Simón sonriendo.
Thiago le guiña el ojo:
--¿qué creías?
Se sonríen mientras cada uno, bien pegado el uno al otro, se comen una hamburguesa y comparten una coca-cola. Después se tumban bajo el cielo del fuego y hablan de ellos, de lo que suponen el uno para el otro. Hay tanto amor entre ellos...
--cuando recién acabo de estar contigo... ya me muero por volver a verte --Simón .
Hablan con la voz rota, sus palabras, sus roces les hacen vibrar. Cada palabra es una caricia de amor. Se miran y es como si se hicieran el amor con los ojos.
--Quien nos hubiera dicho aquel viernes que al comenzar el curso nos esperaba el amor... --Thiago.
--ojalá nuestros encuentros fueran eternos como nuestro amor.
Se sonríen, se acarician. Se estremecen. Sus palabras, sus caricias les causan escalofríos de placer. Tienen sus cabezas juntas. Miran al cielo mientras juegan con sus manos.
--Esto me recuerda a una película que vi --Thiago.
--Si, cual película...
--No me acuerdo... Yo era chico... era una cosa muy bonita pero que no acabe de entender... hasta que te conocí a ti...
Simón lo mira. Sus bocas a milímetros. Jadean al mirarse.
--¿qué decía?
Hablan con voz entrecortada.
--que todos somos ángeles de una sola ala y que la única forma de volar es abrazarnos unos con los otros...
Simón lo escucha sorprendido. Se le escapa una lágrima. Thiago habla con la voz rota.
--ahora puedo volar porqué tú eres mío y yo soy tuyo. Me has regalo el cielo...
A Simón casi no le salen las palabras.
--es hermoso --balbucea.
Los dos están llenos de felicidad. En sus ojos está escrita la palabra amor.
--Te amo como nunca he amado a nadie...
--Te amo... sin ti no soy nadie --Simón .
Los dos tiemblan de la emoción. Sus manos van acariciando sus cuerpos. Lo saben, ha llegado el día que tanto estaban esperándose. Ya son un sólo cuerpo. No tienen porqué esperar más.

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