miércoles, 5 de mayo de 2010

capitulo 34





Thiago mira el reloj.
--ya debe quedar poco para que llegue...
Thiago reparte el bote de las pastillas para que se las tomen.
--¿estás seguro?
Thiago le sonríe a Simón . Lo acaricia con cariño:
--No seas cobarde... ¿no me amas?
Simón se mira a los ojos de Thiago para no pensar en nada más.
--Mucho...
--¿no te la querés jugar por mi?
No dejan de mirarse, de sonreírse mientras se van tomando las pastillas.
--¿todo el bote...?
--claro... tenemos que estar al limite o no nos creerán pero lo tengo todo bien pensando....
Thiago está muy seguro de sus actos y Simón confía en él. Después de tomarse todas las pastillas, se tumban en la cama. Mirándose con amor. Con las manos unidas.
--pronto nos dormiremos y cuando despertemos nos esperará un mundo feliz --Thiago.
A Simón se le ha pasado el miedo. Está con él, está haciendo lo que él le ha pedido. Están juntos y eso le hace feliz. Se miran con profundidad y sienten escalofríos, les tiembla hasta el alma.
--Te amo --susurra Simón .
Thiago sonríe. Asiente enamorado:
--te amo...
Acercan sus labios y se dan el último beso antes de perder el conocimiento.

Carlota recobra el conocimiento. Está tumbada en su cama. La patrona está con ella.
--tranquila... todo está bien...
Carlota trata de levantarse pero la patrona no le deja.
--el médico ha dicho que descanses. Llevas un buen rato desmayada.
Carlota se horroriza:
--¿¿cuánto tiempo paso...?
-- Has estado bastante tiempo inconsciente pero no importan...
Carlota llora. Se desespera.
--¡¡¿no le entiende? Mi niño se muere... me llamó desde mi casa... se quiere suicidar...¡
La madre de Thiago sale como un rayo. Carlota se queda llorando. Reza.
--Diosito... salvá a mi niño...salvalo... ¡que no pase nada¡
La madre ha llamado a su esposo. El hombre alterado le dice:
--¡¡llama a la policía, a los bomberos... yo salgo para allá¡
El hombre se monta en su auto. Muy nervioso. Siente que se le va el alma.
--No me hagas esto hijo...
Maneja a toda la velocidad para se encuentra con un atasco. Golpea el volante con rabia. Toca el claxon.
--¡¡YA TIREN¡
Sale del auto llorando sangre. Gritando como un loco:
--¡ME TIENEN QUE AYUDAR¡ ¡MI HIJO SE ESTÁ MURIENDO¡
Está desesperado. No sabe qué hacer.

Las campanas de la iglesia lloran a muerte. La gente se acerca al templo con tristeza aunque en silencio. Detrás del féretro la familia de Thiago al completo. La culpa no deja vivir a Carlota. Recuerda las palabras que le dijo la última vez que lo vio. Está segura que no quería morirse.
--te fallé niño... te fallé... --dice para sí.
La madre de Thiago está destrozada por el dolor, su hijo la abraza. Se le hace extraño ver la caja que contiene los restos de ese hermano al que siempre ha molestado. Una lágrima asoma por su mejilla. El padre de Thiago está a parte de todos. No se aguanta de pie. Tiene grababa en el alma con sangre el juramento que le hizo hacer su hijo y que recuerda en su nota suicida: "Necesito que me jures porque me muera ahora mismo que vas a luchar porque estemos juntos..." El hombre siente tanto dolor que está seguro que nunca lo va a superar.




Mientras, Simón aún no ha recobrado el conocimiento. Está en el hospital, dándole pelea a la muerte. Luchando por vivir. En la sala de espera de la UVI sus padres esperan noticias con desesperación. Culpándose mutuamente de la desgracia. Tacho está en un rincón. Sus tíos no le hablan. Ya le han dicho todo lo que le tenían que decir.
--¡si se muere será tu culpa...¡
Lo han echado de la casa, también de sus vidas. Su tío se levanta.
--¡no quiero verte aquí¡
Tacho no necesita que sus tíos lo culpen de la tragedia que ha sucedido, él ya se siente responsable. Si no lo hubiera ayudado a salir... Se siente perdido. No sabe donde ir pero no quiere alejarse del hospital. Aunque no pueda ver a Simón así se siente más cerca de él. No sabe bien porque pero entra en la capilla. Se sorprende al encontrar a Emilio. No sabia nada de él y le sorprendía. No sabia que ha estado al pendiente, que no se ha movido del hospital pero que sabe que no tiene derecho a mezclarse con la familia y ha prefiero mantenerse al margen. No se ha dado cuenta que ha entrado Tacho, como no hay nadie en la iglesia le habla al altar. De rodillas y con devoción. No religiosa sino de amor. Haría lo que fuera por salvar la vida de su amado de si él dependiera. Tacho se emociona al darse cuenta del gran amor que Emilio siente hacia Simón .
--Tu sabes que no creo en ti pero si existes espero que escuches mi llanto...
Tacho se acerca sigilosamente. Emilio está concentrado en su dolor y no se da cuenta que tiene a Tacho detrás. Tacho está tan cerca que puede escuchar sus emotivas palabras.
--Simón es el chico más bueno del mundo, nadie más que él merece ser feliz... No puedes llevártelo... No puedes...
A Emilio le cuesta hablar. La voz se le ahoga por las lágrimas. Tacho está impresionado por el amor de Emilio hacia su primo. Se le escapan las lágrimas. Emilio recuerda los mejores momentos de amor vividos con Simón y se derrumba.
--llévame a mi, que él viva... yo muero feliz si él vive...
Tacho lo oye conmovido y siente haberlos separados. Eso aumenta su culpa, si lo hubiera dejado ser feliz con Emilio nada de eso hubiera pasado. Tacho pone su mano en el hombre de Emilio que se sobresalta. Se sorprende al ver a Tacho llorando. Se angustia. Se levanta desesperado y le pregunta con dolor:
--¿¿le pasó algo a Simón ?
Tacho lo abraza y llora. Emilio se queda muy sorprendido. No esperaba esa reacción. No sabe qué hacer. No se mueve. No se atreve a tocarlo pero se da cuenta que Tacho está mal, que necesita un abrazo. Tacho habla con el alma rota.
--perdóname, todo esto es mi culpa...
Emilio lo abraza, le da todo su apoyo. Tacho lo mira y en esa misma capilla le hace un juramento:
--Cuando mi primo se recupere le contaré la verdad, le diré que te drogué, que no pasó nada entre nosotros...
Emilio se sienta:
--Ya no tiene caso...
Tacho se sienta a su lado.
--yo sé que tú lo amas a él...
--Si pero él no me ama a mí y lo ha demostrado... Él ama a Thiago... y cuando se recupere se va a querer morir...
Emilio sufre por Simón y llora.

Simón está muy débil. Abre los ojos. Su madre está con él. Le toma de la mano. Con un hilo de voz, Simón dice:
--Thiago... ¿como está Thiago?

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