miércoles, 5 de mayo de 2010

capitulo 2

Emilio está muy agitado por su encuentro con Simón . Ya lo está esperando en el parque. Está muy nervioso. Mira la hora.
--¡puede venir en cualquier momento¡
Emilio no quiere pensar en lo que puede pasar, en lo que Simón pretende de él. No quiere hacerse ilusiones. No quiere que su imaginación vuelve.
--¿y si no viene? ¿y si todo una una broma?
Los nervios lo están carcomiendo.


Simón está por salir. Ya hace tarde. Conoce a Emilio.
--si me retraso es capaz de dejarme plantado...
Y con el fin de semana por medio no quiere esperar al lunes para aclarar las cosas con él.
--se pasaría el fin de semana odiándome...
Y no quiere eso. Tacho sale del baño. Va totalmente desnudo. Mira seductor a Simón :
--Esto esta noche puede ser tuyo...
--Si mi mamá te ve así se va a enojar... Sabes que no le gusta que andes en bolas...
Tacho quiere abrazar a Simón :
--Más se enojaría si sabe que somos amantes...
Simón se aparta de Tacho:
--tú y yo no somos nada... No me gustan esas bromas...
Tacho le guiña el ojo a su primo. Se apoya a la pared todo desnudo y sensual.
--Es temprano... No creo que el feo salga por la noche... haz con él lo que quieras y esta noche nos divertimos juntos --Tacho pícaro.
--Si no salimos esta noche con Emilio saldremos temprano en la mañana...
Simón se aparta de su primo.
--¡no quiero llegar tarde¡
Tacho se lleva las manos al pelo desesperado:
--¿¿¡prefieres salir con eso a joder conmigo...?¡¡ me consta que te encanta... --le reclama.
Simón no entiende esa escena de celos de su primo. Son primos, son amigos. Otra cosa es que aprovechen para divertirse si los dos buscaban lo mismo. Él lo ha entendido así, algo sin compromiso y no entiende porque Tacho ahora le monta esa escena.
--claro que me encanta joder pero en la vida no solo hay sexo... busco otra cosa...
--¿y eso te lo da...? --Tacho con desprecio.
Simón pone su mano en el hombro de su primo. Lo mira fraternal y le dice:
--si Emilio me lo da... cuando encuentres alguien que te haga sentir como él te darás cuenta que el sexo es lo de menos...
Simón se aleja con una sonrisa de enamorado. Tacho se queda dolido.
--volverá a mi cuando se canse... Es solo un capricho.
Su tía estaba en la terraza. Grita al verlo.
--¡¿que haces cochino?¡¡
Tacho se tapa sus partes íntimos y corre hacia su cuarto.

Emilio está harto de esperar.
--¡¡no va a venir... eres un tonto...¡¿¿cómo ibas a creer que ese bombón iba a querer algo contigo?
Justo cuando Emilio se iba a ir siente la respiración jadeando de Simón . El chico habla con cariño:
--perdón por el retraso... ¿no me ibas a esperar?
Emilio se gira nervioso. Balbucea.
--¡viniste¡
A Simón le gusta la ilusión que ve en los ojos de Emilio, que lo vea como a un Dios aunque pretende demostrarle que es un chico normal, de carne y hueso como él.
--claro... ¿por qué no iba a venir? Antes de salir me atrasó mi primo pero bueno... no importa... ¿qué quieres hacer?
Emilio hace que no sabe con la cabeza. Lo que más le importa es que Simón está con él. ¡Están juntos¡ Eso es un sueño para él. No es capaz de encontrar palabras que le digan lo feliz que es en ese momento, lo que supone para él estar con el chico más guapo del instituto. Simón se da cuenta de lo feliz que es Emilio a su lado y la felicidad de Emilio es su felicidad. Trata a Emilio con mucho cariño, como un amigo. Trata que Emilio deje de endiosarlo y se comporte tranquilo. Emilio apenas habla y cuando habla casi ni se le entiende. Caminan por el parque mientras que Simón le cuenta anécdotas de su vida que Emilio escucha atentamente. Van a tomar unos refrescos y Simón le acaricia la mano a Emilio dulcemente. Emilio casi tiene un infarto.
--¡no, no puede ser que este chico tan guapo quiera algo conmigo¡ --dice para sí.
A Emilio le gusta mucho Simón pero no puede creer que a Simón le pase lo mismo que a él. Se mantiene distante.
--¿te vienes esta noche de fiesta conmigo?
Emilio no da crédito a lo que oye. Salir ¿¿otra vez? Muchas veces siente deseos de pellizcarse para asegurarse que es verdad todo lo que le está pasando.
--¿qué discoteca te gusta más?¿a cual quieres ir?
--No he ido a ninguna... No me gusta...
--si no has ido a ninguna... ¿cómo sabes que no te gusta? --le pregunta Simón cariñoso.
--Es que odio la noche, el ruido, la gente, el baile... --Emilio nervioso.
Simón pone cara de pensar: pues sí, no te va a gustar.
--Si no te sientes bien pues nos vamos a la playa... ¿no lo harías por mi?
Emilio no se atreve a decírselo pero por él iría al fin del mundo. Simón lo sabe y se lo agradece con una sonrisa.

Al cabo de unas horas, Simón está en su cuarto. Perfumándose, sin camisa. Se está arreglando para salir. Tacho va también muy arreglado. Muy perfumado.
--seguro que no quieres salir conmigo?
--Ya no insistas --Simón molesto.
--No te voy a rogar... me faltan candidatos para joder...
--si lo sé... --dice Simón tranquilamente.
A Tacho le da rabia que Simón se esté poniendo guapo para Emilio.
--¿te arreglas tanto para eso? Si aunque vayas sucio y como un pordiosera a su lado vas a ser el más elegante...
Simón se pone la camisa y mira molesto a su primo.
--Ya respecta a Emilio... Me gusta...
A Tacho le da mucha rabia que su primo defienda tanto a Emilio. Con ironía le pregunta:
--ya te has acostado con el feo...?
--Emilio no es como nosotros... busca otra cosa... --dice Simón muy seguro.
--el feo busca lo mismo que todos... alguien que lo estrene... ya verás cómo se te abre de piernas a la primera...
Aunque no se lo podría reprochar... Simón espera y confía que no sea así.
--No, no lo hará... pongo las manos en el fuego por él.
--Prueba --Tacho desafiante.
Simón no le dice nada. No quiere hacer tarde. Tacho está molesto. No le gusta estar perdiendo la relación que tenía con su primo por alquilen como Emilio. Siempre lo han compartido todo pero Emilio no estaba en sus planes.

Está vez es Simón quien espera a Emilio. Cuando el chico sale de su casa Simón ya lo esperaba.
--No te quejarás... he sido puntual --dice sonriendo.
Emilio deslumbrado por la belleza de Simón .
--lo siento... es que yo ..--balbucea.
--No tranquilo... Si no es tarde... --Simón cariñoso.
Comienzan a caminar. Simón le va haciendo preguntas.
--¿y qué?¿tus padres te han puesto límite de hora?
--No, mi padre está feliz... No podía creer que al fin saliera de noche...
Simón sonríe y su sonrisa es una caricia para Emilio.

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